martes, 20 de mayo de 2008

LIDERES DE PRODUCTIVIDAD ESPERA NUESTRO PUEBLO

¿EL FUTURO DE COLOMBIA ESTA EN NUESTRA CLASE DIRIGENTE?


La vida de un país depende directamente quienes lo dirigen, el argot de que el pueblo merece a sus gobernantes es una verdad indiscutible. La historia afirma que el desarrollo de las comunidades, pueblos y naciones han respondido a la tarea de quien la gobierna y proyecta.

Hace algunos años el gobierno central, estableció el famoso plan de ordenamiento territorial (POT). Esto buscando básicamente el ordenar y dar una visión clara de lo que se espera construir en los diferentes regiones del país para responder al porque, para que y cuando.

El desequilibrio de las clases sociales, el acumulación de la riqueza en pocas manos y el crecimiento de la pobreza absoluta es un a realidad que se vive en los países en vía de desarrollo. Este es el desafió; proyectar nuestra patria, buscando cubrir que las necesidades básicas sean satisfechas y crear una cultura de desarrollo, donde los recursos sean sabiamente dirigidos (dinero, capital humano, recursos naturales etc.) y se apliquen en el punto que verdaderamente se necesita.

Es risible como los gobernantes en ocasiones invierten dinero en arreglar fachas y construir obras de cementos, seguramente para ser recordados por el pueblo que los eligió, luego llega el sucesor y tumba lo construido, para levantar su propia obra.

¿Cuánto dinero piensa usted que se ha malgastado en obras que luego deben ser remodeladas? ¿Cuantos andenes y parques sean construido quedando hermosos, pero que no eran una necesidad para el pueblo?

¿Cuantas casas, cobertura en salud y educación se cubriría sí se administrara con sentido de pertenencia y visión social?

Pretender que políticas de estado solucionen la mendicidad y cambie la realidad social de nuestros pueblos sería un exabrupto, pero si le corresponde a los dirigentes nuestros, aplicar más la teoría economía de los pobres, que con el mínimo logran sobrevivir.

Cuando digo economía de los pobres me refiero a ser analíticos, prever que se tiene y que puedo gastar y en que lo debo gastar, está no es una teoría de una escuela de economía, es lo que hacen familias que hacen de tripas corazones con su salario mínimo.

Recientemente los colombianos escuchamos como el gobierno pretende dignificar el salario de los alcaldes expidiendo un decreto que le entrega millonarias bonificaciones a cientos de alcaldes de Colombia. Por decisión del presidente Uribe, recibirán una bonificación que en algunos casos llega a ocho sueldos.
La Federación Colombiana de Municipios dijo: “que aunque demorada, es justa la bonificación que el Gobierno ordenó para los mil 102 alcaldes del país”.
“Con este decreto simplemente lo que se hace es reconocerles a unas personas que tienen grandes responsabilidades, que tienen que correr enormes riesgos para cumplir con sus funciones, una remuneración digna.”

Esto es justo siempre y cuando a los marginados se les brinde soluciones a la carencia de lo básico, ahora podemos esperar que con un buen salario, nuestros gobernantes logren mayor efectividad y productividad para beneficiar a el pueblo, eso es excelencia (las grandes multinacionales le pagan a sus altos ejecutivos para producir).

Las escrituras dicen: “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime.” Pro 29:2

Bendiciones
Rev. Leonel Martinez