jueves, 16 de julio de 2009

EL PODER DE LAS PALABRAS


Números 22:35 Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
Son muchas las palabras que se mencionan diariamente, de hecho todas las desiciones que hoy se están tomando son producidas por ordenes que se dan en las palabras. Quiero por medio de esta reflexión volver a resp0nsabilizar al lector de la transcendencia de lo que decimos.
La lectura presentada, nos menciona la manera en la cual direcciona Dios la decisión voluntaria del profeta Balaam de ir a cumplir el requerimiento del rey Balac, note el versículo declara lo siguiente en cuanto a lo que se debía decir:
"yo te diga, esa hablarás"
Las palabras tiene una fuente, en este caso particular Dios le dice a Balaam que Él debía decir lo que Dios le mandará. Recordemos que en el caso de Moisés fue una de las preocupaciones que le asistían, cuando fue enviado a Egipto para liberar al pueblo de Israel.

"Exo 4:16 Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios".
empezamos a ver algunas características de las fuentes de las palabras:
  1. La fuente de la palabra de Dios.
    Isa 55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Todos debemos buscar en la fuente de la palabra la sabiduría para vivir. Solamente cuando la abundancia de las escrituras esta en nuestro mente, empezamos a declarar las principios del reino y estos a tras formar todo el entorno.

2. La sabiduría humana:
"Mat 12:36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio".

Las palabras que producen las reflexiones humanas sin el acompaña miento del Espíritu Santo, general mente llevan al hombre a vivir en gran duda y sobre todo no saber que decisión tomar.

Una posición bíblica sobre lo que el hombre produce es las hipótesis de lo que presenta y la aparente búsqueda de otras alternativas a lo propuesto.

3. La fuente del mal.
Salmo 10:7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.

Palabras direccionadas por el pecado llevan a las personas a vivir en la crueldad de la maldad. Cuando los entes de maldad son los que producen las palabras en las personas se convierte esto en una vida sin futuro.

Conclusión:

Tengamos cuidado con las palabras, no se puede decir que detrás de cada palabra haya un estado de inocencia.