Dicen que la madurez de las democracias, se mide por la libertad que tienen
los ciudadanos, para elegir las mejores propuestas, en beneficio de sus propias
comunidades. El sufragio, para muchos expertos es sagrado, debe tener la libertad
el ciudadano para ejercerlo. El pueblo, analizará y decidirá, sin presión
alguna, cual es la mejor opción y quien tenga la mayoría, tendrá la responsabilidad
de desarrollar las propuestas que ganaron el favor popular.
Bueno, eso pensando en sentido
común, pero la realidad que nos ofrece los escenarios regionales, son diferente
a lo que sería una democracia madura. Las propuestas, son escasas, no hay ideas
de líderes visionarios, algunos tienen proyectos que no se van a cumplir y
otros, tienen programas de gobierno para cumplir con el requisito, pero cuando
hablan de ellos, no tienen la más mínima pasión por lo que hablan. Lo que, si asombra, son las inversiones que
se están efectuando en algunas campañas electorales.
Ahora; hagamos cuenta. Si el salario de un alcalde de una ciudad que tenga
un promedio de 150 mil habitantes, está en unos diez millones de pesos mensual,
y lo multiplica por los cuatro años de gobierno, estaría en unos mal contados
480 millones, suma para nada despreciable, más aún, en medio de la crisis
económica y laboral de nuestra sociedad colombiana. Pero las inversiones que
hacen algunos aspirantes a cargos de alcaldía, sin duda, superan lo que se van
a ganar en los cuatro años. Entonces viene la pregunta ¿invertiría usted en
algo, que no le va a sacar el dinero?
´ Para nadie es un secreto, que en nuestra acostumbra sociedad de oferta y
demanda, nadie por lo menos en la libertad de mercado y competencia, invertiría
un recurso, sino estuviera seguro, que lo recuperaría con sus ganancias. Es eso
lo que me llama la atención, que las campañas electorales, no se caracterizan
por las ideas, sino por la publicidad de todo tipo. Cuando hago las cuentas, me
pregunto, ¿hasta ahora empezando la campaña, cuantos millones se han gastado, y
como lo van a recuperar? Ahora, solo con sentido común, si le invierten tanto
dinero, es porque están pesando en sacarlo, ¿de dónde? De los recursos y
programas que son del pueblo.
Muy seguramente, las cosas no van a cambiar, los candidatos que tienen más
opción para ganar las elecciones, no serán los de los mejores programas, sino
los que más dinero inviertan, luego llegan a sus cargos a buscar la manera en
cuatro años en recuperar la inversión, mientras las ciudades y poblaciones
siguen en el deterioro de su sistema de salud, educación, vivienda, seguridad,
trabajo, espacios para el sano esparcimiento, la juventud, sigue sin respuestas
a sus inocentes miradas del futuro, y los secuestradores de la conciencia, con
sus empresas electorales, siguen enriqueciéndose a costillas del pueblo, comprándoles
su voto y condenándoles a vivir en ciudades sin programas sostenibles de
desarrollo.
La pregunta es ¿Cuándo despertará el pueblo? ¿Cuándo tomará la decisión de
votar por el mejor programa de gobierno y no por el que da más dinero y comida?
ahora una de las conquistas de la sociedad moderna, fue la libertad de
conciencia, expresada también en la posibilidad de tomar decisiones y no ser
esclavo por los que le colocan precio a voluntad del pueblo.
Su voto cuenta, hágalo valer, con su decisión a conciencia, podrá ser parte
de los cambios sociales que necesita nuestra ciudad y nación. No se deje llevar
por promesas, mire programas, y apoye aquel que más sentido social tiene.
Por lo tanto, piense como un ciudadano que sabe que el beneficio
comunitario, mejorará las condiciones de todos, incluyéndose usted. Un Abrazo.