Definitivamente en estos últimos días el país político saco el cobre. Todo esto gracias a la corrupción y compra de conciencia y tráfico de testigos que ahora se descubre que se utiliza para gobernar, ganar dinero y estar en el poder.
Lo que sabemos todos los colombianos es que esto siempre ha existido, sino hagamos la siguiente ecuación. Cuanto le invierte un candidato a una corporación publica para ser en este país congresista.
La clase política de nuestro país, por lo menos en cuentas de madre que va a la plaza de mercado a comprar el mercado con el mínimo, nunca realizaría ese mal negocio de invertir tanto dinero para por lo menos con el salario que ganan no poderlo sacar.
Este contexto frió, nos puede ser de ayuda y reflexión ante el enredo de dinero de narcotráfico invertido en campañas y ahora los famosos pactos de políticos con representantes de movimientos al margen de la ley.
Lo que preocupa en la democracia colombiana, es que nuestras instituciones, son débiles e indefensa ante la corrupción y en el peor de los casos el contagio político militar y narcotraficante que ya tiene en choque de trenes a dos representantes de las ramas del poder publico, como es el ejecutivo en cabeza del señor presidente y la corte suprema de justicia.
Lamentablemente estos señalamientos que ahora salen a dar y las alarmas de amenazas de trafico de testigos, donde los unos y los otros se atacan, no deja bien parado la institucionalidad, limpieza y madures de nuestras instituciones a nivel internacional.
Que bueno puede ser para la democracia que los miembros de la corte denuncien que el gobierno los esta persiguiendo y los haya señalados como aliados de las guerrillas, que productivo va a ser que el gobierno diga que la corte esta buscando falsos testigos para enlodar al presidente de la republica.
Que bueno va ser que el magistrado que investiga los casos de para política salga a beber con personas que están en los procesos, o que a la casa de Nariño lleguen personajes siniestros y de mala fama como el alias Job.
No esta bien que salga el presidente a defender a sus funcionarios que se refugian en el poder y popularidad del presidente y menos que el ministro de Gobierno y Justicia siga al frente de la cartera y menos para sacar a delante una reforma a la justicia.
Definitivamente en estos días se pelo el cuero la realidad política, lo que preocupa es; las necesidades básicas insatisfechas aumentan el desempleo crece y el desarrollo de nuestra patria es cada ves menos.
Pero no es los políticos los culpables es que en este país todo lo olvidamos tan rápido que bueno ustedes saben volvemos a caer en la misma y después nos lamentamos.
Dios cambie la vida de nuestra patria
Rev. Leonel Martínez
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