martes, 4 de septiembre de 2018

Llamados a ser de un mismo sentir

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“Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.” Filipenses 4:2-3.

Una recomendación nos presenta el texto para la vida de comunidad eclesiástica. Es el tener un mismo “sentir”. Lo que tiene que ver con propósito y desarrollo de ambientes donde estén unidos. Muy seguramente estas dos mujeres tenían algunas diferencias, a las cuales les invita a que sean del mismo sentir en el Señor. Los que vivimos bajo el Señorío de Cristo aprendemos a solucionar los problemas en el Señor. Sabemos que lo único que nos une es Jesús. Jesucristo estuvo en el mismo sentir con el Padre. Luego nos presenta Pablo tres tipos de personas que hacen parte de la vida de la Iglesia. Nombra a un líder cuyo nombre no lo da pero le pide que le ayude a   Evodia y a Síntique a ponerse de acuerdo. Luego habla de los compañeros fieles, y por último a los colaboradores de la obra. Todos estamos llamados a servir al Señor y desarrollar los dones y talentos que el Espíritu Santo nos ha dado.Termina el apóstol Pablo recordando que nuestros nombres están escritos en el libre de la vida, recordemos que todo lo sabe el Señor de nuestra vida y nosotros nos debemos esforzar en la gracia. Dios nos ayude a estar siempre de un mismo sentir, recordando que debemos ser siervos puestos para servir a los demás.

Oremos:

Padre Amado, quiero ser un instrumento de tu gloria y vivir en unidad con los hermanos. Quiero ser un colaborador de tu reino y compañero fiel de los hermanos. Oro al Padre en el nombre de Jesucristo. Amén.

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