domingo, 12 de julio de 2020

Somos el pueblo de la esperanza en Dios.


Tema
Somos el pueblo de la esperanza en Dios.

Introducción:

La esperanza de los hijos de Dios, debe ser nuestra característica de enfrentar las luchas en la vida en Cristo. Al definir el concepto de la palabra esperanza, estamos hablando de un estado espiritual y mental, por el cual, estamos expectantes que algo bueno, en Dios, que está por suceder.

Texto.
Job 19: 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26  Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27  Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.

El pasaje que hemos leído, Job lo está declarando, en un contexto de adversidad, de prueba, pero aún en medio de ella, Él está seguro, que el Señor va a obrar. Ahora ¿Cuántos creen, que el Señor va a obrar en su vida, a pesar de las dificultades, que están pasando?

 ¿Que confiesa Job?

ü  Está convencido que su redentor vive.
ü  Que Dios lo va a levantar.
ü  Que Él va a ver a Dios.

Detrás de estas palabras, hay una clara declaración de fe en Cristo, Job está confesando, esperanza, que vienen mejores días, por causa de la intervención del Señor. No olvidemos la situación que está viviendo, todas las situaciones que le han sucedido, más la presión de sus amigos, señalándole el pecado y por ende la consecuencia del mismo.

Como es de importante, de no perder la esperanza en Dios, que en la situación que estemos pasando, el Señor, se va a glorificar y por lo tanto, nosotros veremos la gracia y misericordia del Señor.

La Palabra de Dios, menciona que hubo un rey llamado Ezequías,

2Re 18:1 En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz rey de Judá. 2 Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre fue Abi hija de Zacarías. 3  Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. 4  El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés,(A) porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.5  En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. 6  Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. 7  Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió. 8  Hirió también a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.

Esta es la historia del Rey Ezequías, el secreto de su reinado lo expresa el versículo cinco cuando dice: “5  En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá.


·         La confianza en Dios. Permite.
·         Hacer lo recto delante de ÉL.
·         Romper con las ataduras espirituales.
·         Vivir en la Palabra de Dios.
·         Ver el respaldo del Señor, por ser guiado por Él.

Cuando podemos confiar en el Señor, vamos a ser guiados por Él y por lo tanto, se va a desarrollar los planes de Dios, en el caso de Ezequías, dice la Escritura que rompió con la idolatría, en el versículo cuatro, explica la determinación con la cual rompió con estas ataduras espirituales, que incluso, habían llevado al pueblo de Juda a servir a los Asirios.

Cuando la esperanza esta puesta en Dios, se esfuerza en la gracia, en obedecer la Palabra.

6 porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés.

Sabemos por la Palabra, que solo podemos permanecer en obediencia por la gracia santificante, que el Señor coloca en nuestras vidas, por medio del Espíritu Santo. Lo cierto es que Ezequías, es un rey que se esfuerza en la Palabra, por la esperanza que ÉL tiene en el Señor.

Ahora; cuando obedecemos las Escrituras, viene el respaldo del Señor, por eso la Palabra dice:

7 Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió. 8 Hirió también a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.

Cuando tenemos la esperanza en el Señor, Dios nos respalda, existe una relación del respaldo de Dios, con la esperanza puesta en Él. Todo el mover de Dios, esta relacionado primeramente en su soberanía, y en segundo lugar, en la esperanza puesta de sus hijos en su grandeza, cuando los jóvenes que fueron llevados cautivos a Babilonia, no se inclinaron a los dioses construidos por los poderosos reyes, es porque ellos, tenían su esperanza puesta en su Dios.

La Palabra de Dios dice al respeto:

Dan 3:14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado?15  Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?16  Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.17  He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.18  Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

Estas palabras que encontramos en los versículos 16-18, son muestra de lo que es tener la esperanza en el Señor. Estar dispuestos a ir al horno, desafiando al Rey, solo puede suceder, cuando están seguros, en su corazón y mente, que Dios no los abandonará.

El libro de los salmos dice;

Sal_39:7  Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.

Sal_62:5  Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.

Cuando la esperanza esta en Dios, no se espera en nadie más, por lo tanto; el alma, las emociones, los deseos, las fuerzas, reposan en el Señor y de él depende. De la misma manera, el apóstol Pablo, hablando de la esperanza en el Señor dijo:

Tit_2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

Escuchemos bien, Pablo dice que debemos tener la esperanza feliz, que el Señor Jesucristo, se va a manifestar, de esa manera, ellos llevaron el mensaje del evangelio, creyendo que el Señor les va a respaldar, por lo tanto, no esperan en las fuerzas humanas, sino solo en la grandeza de su Dios.

Uno de los testimonios más grande, que podemos encontrar en las Escrituras, fue en Palabras del apóstol Pablo, la fe de Abraham, en el libro de Romanos, en el capitulo cuatro dice:

Rom_4:18  El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.

Podemos pasar muy rápido al leer este versículo, pero lo que esta diciendo la Palabra, es que Abraham, nunca perdió la esperanza, siempre la tuvo puesta en el Señor y como confiaba en Él, pudo creer, lo que Dios le había prometido. El apóstol dijo:

Rom 15:13  Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Este versículo tiene una tremenda verdad espiritual, note lo que la Escritura nos enseña, que Pablo, habla del Dios de la esperanza, y por lo tanto;  lo que viene, es gozo y paz, lo cual es el resultado del creer, en la esperanza del poder de Dios.

Reflexión para aplicar.

De igual manera, nosotros somos el pueblo de la esperanza en Dios, el cual estará obrando, de la misma manera, como obro en Job, quien podía creer, que se levantaría de la prueba y que le iba a conocer, nosotros de igual manera, debemos decir, que al pasar por las luchas, conoceremos mas de la gloria del Señor, porque de ÉL dependemos.

Al mismo tiempo, como el rey Ezequías, tenía su esperanza en Dios, nosotros estamos llamados a confiar solo en ÉL, y, por lo tanto; el respaldo del Señor vendrá, romperemos con toda atadura, nos esforzamos en su gracia y no seremos esclavos del pecado, ni de la enfermedad, ni de la pobreza, sino que en Cristo, somos más que victoriosos.

En la esperanza puesta en Dios, sabemos que, si pasamos por situaciones de lucha, así como el Señor, guardo a los jóvenes de morir quemados en el horno, de igual manera, nosotros seremos guardados en las adversidades, porque somos el pueblo que tiene su esperanza puesta en el Señor.

Ya que, como decía el salmista, solo en Dios esperamos, en Él esta la esperanza de nuestra vida y nos da reposo su presencia.  Estamos con la esperanza puesta que el Señor va a manifestar, en gloria y poder y que nosotros, vamos a ver su actuar, en nosotros, en nuestra familia, iglesia y nación.

Es por eso que, en Cristo, como lo hizo Abraham, estaremos firmes, sostenidos en Dios, porque nuestra esperanza es ÉL, no la derriba las luchas, sino que seguimos creyendo en ÉL que todo lo puede.

Y como el apóstol Pablo en su esperanza, estaba seguro, que vería el mover de Dios, en este día, de igual manera, les recuerdo que el Señor va hacer su obra en nuestras vidas.

Oremos:


1 comentario:

César Fausto Rodríguez S. dijo...

Excelente mensaje, Cristo es nuestra esperanza, sólo en él podemos confiar, que en medio de esta tribulación, no nos va a hacer falta nada. Reposamos en conocer que por su poder, el Espíritu Santo nos cuida y nos provee todo sobre abundantemente.