Que agradable resulto el final de la cumbre de presidentes latino americanos celebrada en Santo Domingo República Dominicana, ciertamente los hechos acaecidos en la ultimas semanas con la dada de baja del guerrillero Raúl Reyes, coloco de piel de gallina las relaciones entre Colombia, Ecuador y Venezuela.
Detrás de esta polémica generada por el operativo de las fuerzas militares colombianas en territorio ecuatoriano y la ruptura de relaciones entre Ecuador y Colombia, agregándose Venezuela y Nicaragua a la ya controversial situación, queda una enseñanza que nos debe invitar a reflexionar hacia el futuro.
La importancia de que los lideres mundiales nunca pierdan la calma en medio de las adversidades. La situación calmo cuando el lenguaje se hizo diferente, cuando el interés personal fue reemplazado por el concepto de unidad en la diferencia que se pueda presentar.
Si bien este impase ya fue gracias a Dios superado, quedan aun algunas cosas por resolver. Lo primero es la verdadera solidaridad de los pueblos ante el dolor de patria que vive Colombia, nadie más autorizado para hablar de lo que cuesta la violencia como el pueblo colombiano.
Lo segundo, es que por más que se quiere olvidar las acusaciones se deben comprometer los estados (sobre todo los mandatarios) a solucionar sus diferencias en instancias acordes a la dimensión de las responsabilidades.
Me hago una pregunta: ¿Que habría sucedido si esta cumbre de mandatarios no se hubiera realizado esta fecha?... Que habría pasado con las comunidades fronterizas, que no entienden las diferencias de estado, pues entre ellos no existe esa llamada línea de frontera, que es mas un concepto geográfico y político que una realidad de los pueblos?.
Suena preciso pedir que por favor, los mandatarios tengan mas cuidado en las declaraciones, que las promesas que el pueblo escucho del presidente Chávez, sean una realidad, que nunca mas se coloque en riesgo la economía y estabilidad de los pueblos, que seamos concientes que todos somos un pueblo, que las ideologías y conceptos frente a la vida no nos pueden dividir, por mas ambiguas y salidas de nuestra realidad que parezcan.
Que viva la unidad del pueblo latino americano y que vivan los lideres que aman la reconciliación, que Dios les bendiga con su paz y poder.
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