Tema dos.
Jesucristo, el cordero que quita el pecado.
La narración que nos presenta el evangelio de
Juan, nos muestra la experiencia personal de Juan el Bautista, con el Señor
Jesucristo a orillas del Jordán, donde Juan está bautizando y donde el Señor,
acudió para ser bautizado por Él.
A mismo tiempo, palabras como cordero, que
quita el pecado del mundo, son puntos relevantes de la teología de Juan en
su evangelio y que nos presentan el ministerio redentor del Señor Jesucristo.
En ese orden de ideas, lo primero que nos
presenta la narración es a Jesucristo viniendo al encuentro de Juan el
Bautuista.
Dios es quien nos busca.
(ver 29)
29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a
él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
·
Juan ve a Jesús que viene a Él.
·
Es el cordero de Dios.
·
Este es el cordero que quita el pecado del mundo.
El Señor, siempre ha venido a nuestro encuentro, si observamos la
narración, Juan, ve a Jesús viniendo al
encuentro del Bautista, de la misma manera el Señor vino a nuestro encuentro.
Desde la Teología reformada, reconocemos que fue el Señor que nos llamó
por su gracia, es importante recordar que no somos nosotros los que recibimos al
Señor, realmente, es ÉL quien vino a nosotros. Por lo menos, esto lo corrobora
Juan al decir;”… vio Juan a Jesús que
venía a él”.
Desde el Antiguo Testamento, está claramente definido la teología de la
búsqueda de Dios hacia el hombre, que ha determinado salvar. A manera de
ejemplo; Fue el Señor quien creo al hombre (Génesis 1-2), quien llamo a Noé, lo
mismo a Abraham, solo citando, estos testimonios que nos brinda las Escrituras
y que nos permiten comprender, que es Dios, quien nos busca y a la vez, coloca
en nuestro corazón, el deseo de buscarlo por su perfecta voluntad.
En ese sentido, todos los que nos encontramos en este día, hemos sido
tocados en nuestro corazón, de diversas formas por Dios y nos ha hecho
sensibles a su presencia y a la vez, nos ha colocado el sentir de buscarlo y
honrarlo.
¿Recuerda el día que el Señor vino a su encuentro? No debe ser olvidado,
ya que el día que su gracia nos alcanzó, nos sucedió como aquellos huesos secos
que narra Ezequiel el profeta, que estaban secos en gran manera, pero tomaron
vida, por causa del Señor.
Ezequiel 37:1 -3.
La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová,
y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo
pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre
la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos
huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
·
Es la mano del Señor la que viene sobre nuestra
vida.
·
Antes de ello, nuestra vida espiritual estaba
seca, muerte ante la presencia del Señor.
·
Solo pueden vivir, si el Señor los resucita, lo
cual solo es posible en Cristo.
Muchas personas, buscan cambiar hábitos en su vida y lo logran por fuerza de voluntad, pero no, la salvación es
algo que solo lo podemos recibir por parte del Señor, solo ÉL puede obrar en
nuestras vidas el cambio espiritual, que afectará nuestra manera de vivir.
De tal manera, que usted y yo, fuimos alcanzados por el Señor, cuando el
vino a nuestra vida, para darnos la adopción de hijos.
Jesucristo el
cordero de Dios.
También merece especial importancia observar que Juan llama a Jesucristo
el cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo. Siempre que veamos en la biblia la mención de un cordero,
debemos pensar en el sacrificio y cuando hablamos de sacrificio, debemos pensar
en el cordero.
Juan nos advierte lo que sería el ministerio del Señor Jesucristo, que
en este caso particular, lo está viendo como el cordero entregado por el Padre,
para expiar, limpiar el pecado de los alcanzados. Era necesario que el Señor derramara su
sangre, ya que sin derramamiento de sangre, no se puede expiar el pecado.
Esto sucedía una vez por año y claramente no lograba este sacrificio
limpiar los pecados, pero si era un tipo de lo que sería el sacrificio de
Jesucristo.
Levítico
16:30,34
30 Porque en este día se hará expiación por
vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. 34 Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para
hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo
hizo como Jehová le mandó.
Estas
profecías se cumplieron en Jesucristo así lo enseña el libro de Hebreos.
(Hebreos
9:28)
28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez
para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación
con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Sin duda Juan está viendo a Jesucristo por medio de la Cruz,
transformador de vida.
Dios es primero
y gestor de nuestra vida.
(Juan 1:30)
Este es aquel de quien yo dije: Después de mí
viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
·
Dios es el primero, por lo tanto; es el gestor de
nuestras vidas.
Como lo hemos visto en los
anteriores domingos, Juan viene anunciando a Jesucristo, en este momento al
verlo, le dice a los personas que están con Él, que Jesucristo es el primero,
en ese sentido, nos recuerda que el Señor es antes de cualquier decisión o
logro que hallamos alcanzado.
Cuando miramos nuestra vida, podemos darnos cuenta, que el Señor ha
trabajado y preparado cada detalle de nuestro peregrinaje, nosotros estamos
aquí, limitados para conocer el mañana, pero Dios va delante de nosotros
preparando cada circunstancia, así lo entendió José, cuando tuvo el reencuentro
con sus hermanos y le dijo:
(Génesis 45:4-9)
4 Entonces
dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo:
Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. 5 Ahora, pues,
no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para
preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6 Pues ya ha habido dos
años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni
habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para
preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran
liberación. 8
Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto
por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la
tierra de Egipto.
Génesis 50:20
20 Vosotros
pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos
hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. 21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os
sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al
corazón.
En este testimonio que nos narra el libro de Génesis sobre la vida de
José, podemos entender que cada situación que hace parte de nuestra vida, en
ella ha estado el Señor, muchas de ellas para nosotros no son entendibles, pero
como sucedió con José, al final de la historia, veremos el propósito de cada
situación que vivimos.
Lo que hoy está pasando,
puede estar seguro que el Señor, tiene el control y lo transformará en
bendición. Dios va delante de nosotros,
Él está detrás y a nuestro lado camina gloria al Señor. Recordemos que él es
nuestra fuerza y salvación.
La obediencia
abre los cielos.
Tres bendiciones de la obediencia.
(Juan 1: 31-33)
31 Y yo no le conocía; mas para
que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. 32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al
Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a
bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que
permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
·
Dios respalda a los que le buscan con sinceridad de
corazón.
El bautismo del Señor Jesús, no es relatado con los detalles que lo
presentan los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, quiero tomar el evangelio de
Mateo, para que analicemos los efectos de la obediencia.
(Mateo 3:13-17).
13 Entonces Jesús vino de
Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito
ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15
Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos
toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y
Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le
fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía
sobre él. 17 Y hubo una voz de los
cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
·
Jesús va al Jordán, donde van todos los pecadores
a ser bautizados, confesando sus pecados.(ver 13)
·
La obediencia, siempre se encontraran situaciones
de oposición (ver 14).
·
Jesús cumplió, todos los requerimientos de la Ley
del Señor. (ver 15).
a.
Cielos abiertos. (ver 16).
b.
Vino el Espíritu Santo
sobre ÉL. (Ver 16).
c.
Recibe la voz de Dios.
(ver 17).
d.
Tiene la aprobación del
Señor. (ver 17).
Claramente encontramos las consecuencias de la obediencia, como
decíamos Juan no cita los detalles que sucedieron en el momento de realizar el bautismo,
pero a partir de los relatos de los evangelios sinópticos, podemos ver los
resultados de la obediencia.
Conclusión.
Nosotros de igual manera
estamos llamados a dar testimonio que Jesucristo es el Hijo de Dios, que quiera
el pecado del mundo.
Juan 1:34.
34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste
es el Hijo de Dios.
Aplicación.
1. Hemos sido
buscados por el Señor y fruto de ello, es que estamos adorando y buscando de su
presencia.
2. En
Jesucristo, encontramos el perdón de nuestros pecados y la transformación de
nuestra vida.
3. Solo Dios es el gestor de nuestra vida, todo lo que
nos sucede en Cristo, tiene un propósito en su plan diseñado desde antes de la
fundación del mundo para nosotros.
4. La obediencia, nos llevara a que los cielos se abran,
seamos llenos del Espíritu Santo, recibir Palabra y ser aceptados por Dios.
Oremos:
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